Diaguitas

Según dicen los que saben, fueron los incas del Perú quienes llamaron diaguitas – es decir, “serranos” – a la mayoría de los indígenas del Noroeste argentino. Y “serranos” fue un buen nombre, porque eran gente de las sierras y las montañas, de los valles y quebradas (que son como vallecitos angostos) que hay en esas serranías, a una buena altura sobre el nivel del mar: entre 1.000 y 3.000 metros.

El territorio diaguita era muy grande, como que tomaba el centro de lo que son hoy las provincias de Jujuy y Salta, el Este de Catamarca, el Oeste de Tucumán y toda la Rioja.

Zona de lindos paisajes, con sus cerros a veces muy coloridos y a veces nevados en la cumbre.

Zona de poca lluvia y por eso con mucho cacto – especialmente el cardón, con su forma de candelabro –, bastante arbusto seco y, en lugares más bajos, árboles de madera dura como el algarrobo y el chañar. Y, separando las montañas, valles llenos de verdor. Grandes calores en verano, mucho frío – cuanto más arriba en la montaña, peor – durante el invierno.